El bullying físico indirecto se caracteriza por ser un conjunto de acciones manuales que no generan daño físico a la víctima. Por ejemplo cuando el maltratador roba las pertenecías personales de otro o deja notas anónimas con mensajes intimidantes.
El bullying físico directo es más notorio y fácil de detectar por las marcas corporales que suele dejar. El comportamiento agresivo incluye patadas, golpes, empujones, zancadillas, entre otros. Por ejemplo, cuando encierran en un círculo a un compañero de clase y lo agreden con patadas por ser diferente a los demás